Relojes a cuerda

Un reloj mecánico es un reloj que utiliza un mecanismo para medir el paso del tiempo, a diferencia de los relojes de cuarzo modernos que funcionan electrónicamente. Es impulsado por un resorte (llamado resorte principal) que debe ser enrollado periódicamente. Su fuerza se transmite a través de una serie de engranajes para impulsar el volante, una rueda ponderada que oscila hacia adelante y hacia atrás a una velocidad constante. Un dispositivo llamado escape libera las ruedas del reloj para avanzar una pequeña cantidad con cada giro del volante, moviendo las manecillas del reloj hacia adelante a una velocidad constante. Esto hace que el sonido de “tic-tac” sea característico de todos los relojes mecánicos. Los relojes mecánicos evolucionaron en Europa en el siglo XVII a partir de los relojes de resorte, que aparecieron en el siglo XV.

Desde la década de 1970, los relojes de cuarzo se han apoderado de la mayor parte del mercado de relojes, y los relojes mecánicos ahora son en su mayoría productos de alta gama, comprados por razones estéticas, para apreciar su artesanía de excelencia.